(03-03-2012) Crónica Marcha a Javier

La mañana se presenta fría, pero los cafés del Jakue calientan el espíritu peregrino que tirara de nosotros hasta Javier. (Homenaje a Moncho)

Puntuales, pues hemos quedado con el Mecánico en las ventas de Ucar, salimos alineados por el camino de Santiago: Ventolines, Cañerías, El profe, P. El bueno, El galgo de Mendi con su amigo Txus, la Gacela de Puente, el Flautista, Cule, Primeros Auxilios y Panadero Veloz.

Los comentarios de la salida son cuestionar si la elección de unos prevenidos corredores ha sido acertada o no, y esta es que han salido de corto. El termómetro registra unos heladores 0º pero la confianza de un tiempo primaveral a lo largo del día les anima a soportar el frío mañanero.

Nada mas ingresar en el camino hacia Eunate P. el Bueno rompe cadena, menuda racha de cadenas llevamos….. Solucionado el contratiempo, al Mecánico le ha dado tiempo de venir a buscarnos y enfilamos ya todos juntos el mencionado camino de Eunate.

Llegando a Olcoz parece que han encendido la calefacción la temperatura ha subido a 10º en tan solo una hora, a parte la ascensión, ayuda a calentar los entumecidos músculos. Por cierto, mención y agradecimiento a  el Mecánico por tomarse las molestias de acondicionar el sendero de subida a Olcoz.

Cruzamos la N-121 y nos dirigimos al paso subterráneo que pasa por debajo de la A-15. De nuevo agradecimientos a el Mecánico por haber limpiado de piedras el peligroso y oscuro tubo.

Paralelos a la A-15 discurrimos por caminos que nos conducen hasta Solchaga, a la entrada del pueblo hay una fuente donde realizamos el primer avituallamiento. Barritas, frutos secos, fruta y como no algún chiste.

Después del banquete seguimos por la anodina carretera, un tramo largo pero necesario para suavizar la travesía, ya que las opciones que ofrecen los caminos son casi de tele-silla.

En un pequeño tramo de camino que cogemos, las averías se vuelven a cebar con P. el Bueno, esta vez es un pequeño pinchazo. Decide hinchar y continuar, pero mas adelante se resignará a cambiar la cámara.

En este sector, Primeros Auxilios no priva de su compañía. Tiene compromisos familiares y debe volver raudo al pueblo. Bastante ha hecho ya que ha estado trabajando por la noche y ha tenido el arrojo de ensillarse la bici y tirar millas.

Animados seguimos por la carretera recorriendo pueblos de pocos habitantes, pero de bellas postales: Artariáin, Amunarrizqueta, Iracheta, Iriberri y Leoz.

Seguido a Leoz comenzamos una ascensión algo tendida en la que encontramos a los primeros peregrinos, ellos siguen el camino pero nosotros tomamos un desvío que baja hasta una casona donde esperan los escaladores más aventajados ya almorzando. Esta vez el almuerzo es algo más consistente, barritas y hasta algún bocata. También se prolonga un poco más el tiempo de parada, sobre todo por que al reanudar la marcha, el Flautista descubre que su cubierta trasera también ha almorzado, pero algún pincho. Raudos los mecánicos titulados se ponen manos a la obra y entre quita, que así no, déjame a mí, cambian la rueda en un ti ta.

Seguimos el camino descendiendo serpenteantes entre pinos, de pronto un claro entre tanta vegetación y un refugio  “Guetadar” Aquí es donde se reúnen muchos grupos juveniles para hacer convivencias y campamentos. Este camino nos lleva a Moriones y después Sada, ya falta menos. El sol, aunque débil, empieza a calentar algo más, concediendo lo que tres bikers prevenían, día primaveral.

Llegamos a Aibar y otra vez paramos para comer algo, es importante para cubrir largas distancias que se ingiera alimentos a cada poco. Aunque como dice la Gacela de Puente acabes con un saldo positivo de calorías.

Sangüesa ya esta aquí y se huele el final. Las fuerza se notan ya mermadas pero todos las sacan de donde pueden y continúan subiendo la última subida, esta es algo mas dura que las anteriores, o al menos eso nos parece a todos.  Este camino termina en la carretera hacia Javier. Los primeros en llegar al castillo, la Gacela y el Panadero que van ver el citado monumento y luego a la terracita a dar cuenta de una caña bien fría.

Poco a poco van llegando los demás y el líquido dorado corre por la mesa. Queda poco tiempo de relax, hay que cargar el camión y marchar para Puente que los demás esperan para la tan ansiada comida.

El que sustituye. (Panadero).