CRONICA DE LA VUELTA PUENTE-VILLATUERTA-PUENTE

 

La mañana se presenta radiante, pero solo es un espejismo, estamos en Febrero y la temperatura es sub-cero. Mas tarde será peor, el ya de por si frío Norte tocara las nevadas cumbres envolviéndonos con su gélido abrazo. Pero aun y todo las ventajas de la bici tienen que ser mas, pues diez inconscientes ciclistillas acuden a la cita.

“P. el bueno”,”Mecánico de guardia”,”Facultades”,”Turbo-anchoas”,”Ventolines”,”El que baja prudentemente”,”El galgo de Mendi”,”Cañerías”,”El chico de los goñis” y “El que suscribe”.

La mañana no esta para muchas charlas, apetece pedalear. Comenzamos ascendiendo  el viejo puerto a Mañeru. En otro tiempo transitada carretera, hoy  vía lenta para el esparcimiento y la nostalgia. Arriba uno de nuestros más entrañables componentes, que iba teniendo malas sensaciones desde el  principio, decide retirarse.

Una pequeña parada en el alto abre el debate sobre cambiar de ruta, en principio preparamos una ruta para cada fin de semana, pero son vueltas vivas abiertas a la condición de los espíritus que cada semana componen el grupo, acortamos la vuelta dirigiéndonos a Estella, mas tarde la volveremos a acortar quedándonos en Villatuerta.

Paralelos a la autovía, por un camino mil veces transitado, nos acercamos a Cirauqui, oteando el horizonte en busca de algún detalle de los que siempre se escapan. Pasado Cirauqui tomamos el camino de Santiago, en temporada alta bulliciosa senda y hoy desierta, tan solo transitada por nosotros.

Lo habitual de la ruta hace que en algunos momentos, unos vayamos por un lado y otros por otro juntándonos al poco, esto produce que los nuevos algunas veces se despisten y eso ocurrió el domingo, uno de los últimos incorporados se quedo esperando a los de atrás que por otro camino se habían adelantado, uniéndose a los de adelante y continuando camino, dejando sin saber a nuestro amigo en tierra de nadie,  una búsqueda  exhaustiva hizo que al poco el cordero estuviese otra vez en el rebaño.

Pasamos Lorca y por un excesivamente arreglado camino descendemos suavemente en busca de nuestro almuerzo. En el lugar de avituallamiento  los tres componentes de primera que había en el grupo nos abandonan, siguiendo  ruta, tristes y llorosos  los que quedamos nos vamos a ahogar la pena de su partida ante un suculento almuerzo, en amigable charla y recuerdos de andadas pasadas, como “La vuelta a Soterraña”, que tan entrañables recuerdos levanta. En este lugar de almuerzo, el año pasado, tuvimos una aparición que no se ha vuelto a repetir, aunque nosotros y nuestra capacidad de análisis, somos capaces de sacar , haciendo un estudio pormenorizado de estructuras, una comparativa, con la situación actual y conclusionar, que la actual tiene puntos muy positivos a destacar.

 Terminado el almuerzo, volvemos sobre nuestros pasos. El helado camino comienza a derretirse, ablandando el duro suelo y haciendo florecer los charcos de barro.

La subida, hasta Cirauqui, la hacemos por la antigua carretera, pasada la gasolinera  el llano se torna, larga pendiente de dureza moderada. Aquí es donde los pobres de segunda intentamos, en ausencia de los de primera, propulsarnos con mayor o menor velocidad para dejar marcado el liderazgo al coronar la citada cuesta, no hay rival “Turbo-anchoas” se declara intratable. En Cirauqui tomamos el camino de Santiago, aprovechamos esta bonita ruta en ausencia de peregrinos. En Mañeru nos lanzamos por la cuesta que casi vertical nos conduce a la orilla del Arga.

El ir en pequeño grupo sirve para que nos vayamos conociendo mas, bueno mejor dicho que los que no han tenido el gusto de sufrir las habilidades de cierto corredor, las sufran en sus carnes.” Ventolines “, por ejemplo descubre que cuando “Turbo-anchoas” se sitúa delante del grupo, en medio del camino, no se le puede adelantar civilizadamente sin riesgo de ir a la cuneta, no en vano es autor de un gran betseler en el mundo de la alta competición” Ciento  y una manera de no dejarte adelantar ,sin que se note”.Menos mal que otro gran creador de tretas varias (este sin libro, todavía) se presta a darle algunas clases de cómo tratarlo en su terreno.

Dicho corredor, de hecho, otorga la victoria  de la llegada a su gran rival con una complacencia mosqueante y que seguro será alguna treta que tendrá su final en días posteriores.

Y el final para no ser distinto, en una sociedad, con risas y comentarios varios.

                   Atentamente,” El que suscribe”.

Espero vuestros comentarios, pero recordad identificaos, para evitar suspicacias.

PD.”El mecánico de guardia”, como en años anteriores esta preparando una vuelta a Javier el 3 de Marzo, los  que estéis interesados hacédnoslo saber bien a el o a nosotros, para organizar. También estamos preparando una comida para ese día, (no es obligatorio ir a Javier) y también hay que saber los que venís.