lunes, 6 de agosto de 2012

Luna llena Monreal 02.08.2012

Llegamos a Monreal sobre las 19:30 El Profe, Ventolines  y servidor Panadero. La temperatura es algo más baja que la que teníamos en Puente, el aire sopla bastante más y es el culpable de que la sensación térmica sea incluso menor. Montamos las bicis preparamos las mochilas con la cena, la cámara de fotos para inmortalizar el evento y la imprescindible botella de vino. Comenzamos el ascenso  rodando  a un ritmo suave para poner un poco en situación las piernas que nada más bajarnos de la furgo las hemos puesto a subir. Llegando a los dos kilómetros se acaba el tramo asfaltado y las piernas ya han cogido algo de tono, y si no también ya que empiezan algunas de las rampas más duras. Poco a poco vamos pasando curvas, con un ritmo bastante suave ya que llevamos peso y la subida es larga. Pasada ya la mitad de la subida vamos viendo que las nubes se están amontonando en la cima, pero confiamos que el aire fuerte que está soplando las desplace y no nos fastidie las vistas. Inocentes, a dos kilómetros de coronar las nubes entran entre los árboles, la temperatura ha bajado considerablemente y el aire es cada vez más fuerte. Parece una etapa de alta montaña de las que el cámara de la moto sólo puede enfocar al ciclista porque no se ve nada. Ventolines se ha quedado un poco atrás y el Profe entre que ha echado pie a tierra por una duna de grava y ha parado para ponerse abrigo también. Decido aumentar el ritmo para llegar a la ermita dejar la mochila, ponerme ropa y bajar a por Ventolines. En lo que bajo el Profe sube al repetidor y regresa con malas noticias “no se ve nada”. Recojo a Ventolines le cojo su mochila y al dar la vuelta para continuar la subida oigo un silbido como de válvula, pero no le doy importancia. La visibilidad es reducidísima apenas unos metros y el frío se hace notar, parece mentira que sea agosto. Ya en la ermita abrimos la botella de vino para intentar entrar en calor y empezamos a preparar los kalimotxos y a sacar lo bocadillos. Nos disponemos a cenar y me doy cuenta que el ruido que había oído al recoger a Ventolines era mi rueda delantera  que ahora yace con la llanta tocando el suelo. Como si de un McAuto se tratase cenamos a toda leche, el vino ha cumplido su función, nos  ha dado un poco de calor interior y además algo de confianza para la bajada. Cambiamos la cámara y nos preparamos ropa de abrigo e iluminación para el descenso. Sacamos unas fotos para certificar la subida y  comenzamos el descenso. No se ve nada y es complicado saber dónde están los baches, el haz de luz se difumina entre  la niebla, hay que frenar bastante para no comerse las curvas y los pozos.  Dos kilómetros más abajo ya no hay nubes y se goza de una vistas espectaculares, así que decidimos parar a sacar alguna instantánea más. Aunque no haya nubes el frío es bastante notable así que mientras recojo todos los bártulos les digo a estos que tiren para abajo que ya los pillaré. Cuando me subo en la bici la llanta trasera se clava en la grava, ¡no me lo puedo creer, he pinchado también la trasera!. No me queda recambios, estos se han bajado ya y no me oyen y para colmo en este tramo no hay cobertura. Así que resignado comienzo el descenso corriendo con la bici a la par. Al rato de echar a correr veo en el suelo la pintada del kilometro 5 casi nada lo que queda. Un poco más abajo me suena el móvil, Ventolines ha conseguido llamarme, me dice que sube el Profe para pasarme un recambio, pero entre que hace bastante frío, no se ve nada y que  ya he bajado un par de kilómetros le digo que baje a la fugo y suban a buscarme. Continúo la bajada corriendo con la bici y con mucho cuidado porque hay mogollón de pozos y de grava suelta. Al final llego al tramo embreado y Ventolines sube con la furgo.  Bajamos,  recogemos al Profe y las bicis y de vuelta para Puente con la desilusión de una subida a Monreal muy decepcionante y accidentada, al menos para mí.

Se nos queda la espinita de volver en otra luna llena, pero ya para el año que viene.

2 comentarios:

  1. Bravo muchachos, sois unos intrepidos... con el día de hacia...
    A punto estuvo el elicoptero de salvamento de acudir a asistiros (jeje).

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  2. Próxima luna llena 31 de Agosto (viernes), posiblemente la mejor fecha del año para intentarlo nuevamente.

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