Ocho y media de la mañana. Al frío mañanero le quedan cuatro
días de ponerles la piel de pollo a nuestros corredores. Cañerias, Ventolines,
Facultades, Turbo Anchoas, P. El Bueno, Veterano, Pruden, Instantáneas, El
brigada, Delibes, ~Thor
y Panadero.
Hoy comentar la crónica va ser complicado. La salida del
domingo fue como cuando subes con la cuadrilla a Pamplona el sábado de San
Fermines. De repente pierdes a unos luego te encuentras con otros, “ ¿pero no
iba contigo fulanito?”
Empezaremos por el principio, despacio y con buena letra. Y
despacio comenzamos por nuestra habitual cuesta de Mañeru, el calefactor que
les mete alguna caloría a los entumecidos cuerpos de los corredores. Ya en
Mañeru nos lazamos por el camino de Santiago, con algo de prudencia pues ya hay
peregrinos. A mitad de camino entre Mañeru y Cirauqui el grupo que va algo
adelantado se desvía del camino tomando dirección sur. Parece que el hueco
abierto era importante por que los siguientes no se dan cuenta y siguen hasta
el pueblo. Entre tanto Ventolines tiene problemas con su disco de freno trasero
y tiene que parar, con lo que el subgrupo también se fragmenta. No contentos
con todo esto el grupo que se había desviado de inicio, decide para para
localizar y reagrupar corredores y Pruden e Instantaneas no se dan cuenta
tirando para delante. Ahora somos cuatro grupos perdidos por los camino de
Cirauqui. Comienzan a sonar los móviles y nos vamos poniendo en situación. Al
final todo vamos a parar al mismo punto. Unos esperan a que lleguen los rezagados,
otros ansiosos por disfrutar de la subida comienza el ascenso. En cuestión de
minutos estamos todos otra vez reagrupados, buenos menos los que están subiendo
pero esos ya están fichados.
Comenzamos las primeras rampas que nos reciben amables como diciendo
“aquí no pasa nada” pero cuando llevamos alrededor de kilómetro y medio la
amabilidad se torna dureza y empieza el esperado sufrimiento. Cada uno a su
ritmo sube cabeceando la infinita pendiente. A menos de un kilómetro de la
cima, cuando ya las fuerzas van algo justas, surge de entre tanta piedra un
pequeño tramo de hormigón, en una pronunciada curva a derechas. Su longitud es
corta pero su dureza importante. Este es el último puyazo para rematar el poco
aliento que les queda a los corredores.
Ya una vez arriba van llegando todos y hacemos un pequeño
piscolabis de galletas, frutos secos y demás. Cosa que no nos parece suficiente
ya que decimos bajar a Lorca a almorzar con fundamento como diría el conocido
cocinero.
Comenzamos la bajada pasando alguna que otra puerta hasta
llegar a la subida de la Cruz
de Lorca, subida que realizamos hace un par de semanas en la tan mencionada
salida de la Cañada Real
de Larraga. Llegamos a Lorca y otra vez hemos extraviado a compañeros, han
tomado un desvío en la bajada, pero como todos vamos al mismo punto no hay
problema.
Decidimos almorzar en un garito más ilegal que Bustamante
comprando en el top manta. Una especie de bajera habilitada con una barra, con
su grifo de cerveza. Que por cierto, menudos cañones de ½ litros que nos
echamos. Un ordenador en una estantería con conexión Internet. Pero del baño y
de la licencia de apertura ni rastro.
Con la panza llena, unos más que otros, deshacemos camino de
Santiago hasta el P…unto de la luz roja hace años iluminada. Aquí Turbo Anchoas
y Facultades abandonan el grupo, compromisos familiares como nos suele tocar a
casi todos.
Emprendemos una serie de subidas de grava suelta que
implican poner técnica en la pedalada para no derrochar potencia. Llegamos a la
carretera que nos lleva a Garísoain, una vez allí, tomamos un camino que sale
hacia el norte y que nos conduce a la carretera que va de Muzqui a
Guirguillano. Esta vez solo atravesamos la carretera para seguir por un camino
con tramos de calzada Romana. Bueno creo que se debería llamar calzada
Cristiana, por que la construyeron los esclavos Cristianos. Nos volvemos a
topar con la citada carretera y la volvemos a cruzar. La montain es lo que
tiene, se siente más a gusto fuera del asfalto. En este punto Ventolines decide
bajar por la carretera, tiene el disco bastante tocado como para arriesgarse ha
hacer el descenso. El brigada que tiene las fuerzas algo justas decide
acompañarle y los dos se lanzan carretera abajo. Los demás seguimos en la
aventura. Al llegar a la puerta de entrada al bosque, Pruden decide bajar por
las palomeras de Mañeru ya que tiene algo de prisa. Esto parece el frente no
quedamos sin efectivos por momentos. Los que quedamos iniciamos descenso,
divertido y algo peligroso, Cañerías sabe de lo que hablo……. En Saracoiz nos
reagrupamos aunque por poco tiempo, ya que cuando continuamos con la bajada nos
volvemos a despistar y nos partimos en dos grupos. Como hemos quedado en el
Puente Viejo al final todos nos reencontramos y vamos a dar cuenta de una fría
cerveza o refresco….. a la sociedad de Delibes para comentar esta tan alocada
salida.
Panadero.
Qué pasa aquí, uno falta dos p.... días y ya no conoce a la mitad del personal, o han cambiado los nombres o me he equivocado de foro.
ResponderEliminarPor cierto la vuelta que disteis me parece muy interesante aunque parece un poco durilla no?
Un saludo y hasta el domingo.
Fdo. P.A.
Durilla, no la define correctamente, y lo de los nombres es , bueno ya sabes, hay dias que no sabes ni quien eres y otros pues eres otra identidad.
EliminarNo puedo por mas que quitarme el sombrero ante tan magnifica cronica, a la altura de su autor como ciclista.
¿El que suscribe???????
Eliminar¿Donde estuviste el domingo, no te veo?
Fdo: LLDG
Se le puso el chico del turrón, pero como que no le gustó mucho. He probado con Delibes por lo del gran escritor Miguel Delibes. A ver que le parece.
EliminarExcelente crónica.
ResponderEliminarEl próximo domingo me perdere la salida, pero no me perdere la crónica...
Fdo: L.L.D.G.